Ahora más que nunca, nuestro hogar es nuestro más sagrado refugio. A continuación, te ofrecemos algunos consejos valiosos y trucos para emprender un pequeño huerto para los tuyos. Ya verás que no hay nada más divertido que tener un poco de tierra debajo de las uñas. Incluso si no eres un “Green thumb” te sorprenderá lo divertido y lo bien que te saldrá este proyecto. ¡Arranquemos juntos! ¡Siembra en Macetas! El hecho de que no tengas un espacio al aire libre para sembrar no significa que no puedas cultivar productos frescos y hierbas, o cualquier otra planta que siempre hayas querido tener. La jardinería en macetas te permite cultivar todo tipo de plantas en interiores, y todo lo que necesitas para comenzar son unas pocas macetas, tierra y fertilizante hecho con tu propio compost casero. Puedes comenzar con semillas que hayas secado tú mismo o comprarlas por internet, hay de todos los precios y una variedad enorme. Puedes optar por microgreens Además de algunas plantas de tomate y hierbas en el jardín de su contenedor, ¿por qué no prueba también a cultivar microgreens? No solo crecen rápidamente y con un mínimo esfuerzo, sino que estos greens en miniatura son una deliciosa adición a las ensaladas, sándwiches y otras aventuras culinarias. Googlea en internet todo sobre su cultivo y verás que es más simple de lo que crees. ¿Qué plantar si nunca has cultivado nada? ¡hierbas! Esa es tu respuesta. Un proyecto de bajo costo y de bajo riesgo: todo lo que necesitas es un par de macetas, una bolsa de tierra y una ventana soleada. Las hierbas tienden a ser compactas, de rápido crecimiento y útiles, lo que las convierte en excelentes para principiantes. Esto es lo que necesitarás… Una maceta para cada tipo de hierba que quieras plantar. Estas deben tener 2 pulgadas más de diámetro que la plántula o, si estás plantando con semillas, al menos 6 pulgadas de diámetro. Platos para asentar la maceta encima de ellas. Suelo. Semillas o plántulas (que son plantas bebés, de solo un par de pulgadas de alto. Algo que funciona super bien es mezclar suelo y humus de lombriz en partes iguales, pero si no dispones de este recurso, puedes utilizar compost casero hecho a partir de tus propios residuos orgánicos. Sembrar con Plántulas: Pros: Ya tienes una planta para comenzar a cosechar, y ahora solo tienes que mantenerla viva. Contras: pueden ser costosos y es posible que en estos momentos no dispongas de un proveedor abierto para los fines. En general las hierbas son más difíciles de comenzar a partir de la semilla, porque simplemente tardan más en brotar y crecer. Cómo sembrar con semillas: Llena la maceta con tierra, dejando aproximadamente una pulgada del labio de la maceta expuesta. Plante las semillas de acuerdo con las instrucciones en el paquete de semillas: en su mayor parte, esto implicará hacer una serie de divisiones poco profundas en el suelo con el dedo, dejando caer algunas semillas en cada una y cubriendo las divisiones con una capa delgada de suelo. Cómo sembrar con plántulas: Retira las plántulas del contenedor de plástico y agita suavemente las raíces con los dedos. (Esto sirve para despertar un poco las raíces y decirles que se adapten a su nueva maceta). Coloca la plántula en la maceta y llena los huecos con tierra, extendiendo una capa delgada sobre la parte superior del suelo de la plántula. ¡No compactes la tierra! (De lo contrario, el aire no puede entrar). Riega bien las plantas recién en macetas (el suelo debe sentirse empapado, pero no fangoso) y colócalo en un lugar muy soleado. La albahaca y la menta deben germinar en la primera o segunda semana; el perejil puede no germinar hasta la tercera semana (o incluso más tarde, tienen arranque lento). ¡Recuerda!
No todas las hierbas necesitan el mismo cuidado. Si bien a la mayoría le gusta mucho el sol, algunos quieren que su suelo se riegue diariamente (como la albahaca o la menta) y algunos mucho menos (como el romero o el tomillo). Los paquetes de semillas o la información en el contenedor de las plántulas, debe decirte lo que cada uno necesita específicamente. Riega en consecuencia. Un lugar soleado en tu cocina es uno de los mejores lugares para que crezcan las hierbas, no solo porque puede alcanzar y cortar algunas hojas cada vez que las necesita, sino también porque las cocinas tienden a ser más húmedas, lo que muchas plantas disfrutan. Si al principio no tienes éxito, no te desanimes. Piensa que estás en la fase experimental. Prueba en otro espacio soleado, cambia tu horario de riego y, sobre todo, lee sobre el cuidado de las hierbas.
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